Sobre el pensamiento crítico

El pensamiento crítico es un proceso por el cual evaluamos aquello se nos presenta como verdadero para tratar de justificarlo razonadamente y aceptar su veracidad o no.

Los planteamientos necesarios para realizar un pensamiento crítico son siete: claridad, exactitud, precisión, pertenencia o relevancia, profundidad, amplitud y lógica. No bastan sólo inteligencia y conocimiento para hacer un razonamiento crítico: el pensamiento crítico se basa en ellos, pero lo importante es cómo se utilizan.

La actitud de un pensador crítico no es la crítica a todo, ni tratar de convencer de nuestra postura: se necesita tener mente abierta (apertura hacia la opinión y razones del otro), dudas sanas (no dudar absolutamente de todo, porque se tiene que partir de una base), humildad intelectual (tener certeza de algo no significa tener la razón, se puede estar equivocado aunque se esté seguro de algo), libertad de pensamiento (sin dejarse cegar por las pasiones) y una alta motivación (querer encontrar la verdad, aunque suponga esfuerzo y cambiar los propios esquemas mentales).

Tomemos como ejemplo un debate que no parece tal: ¿Cuál es la montaña más alta del mundo?
Hemos aprendido la respuesta: el Everest. Pero lo que vemos tan claro, puede no serlo.
Si pensamos un poco más en la pregunta, descubrimos los matices que puede tener: La montaña más alta del mundo, sí, pero ¿desde el nivel del mar o desde su base? o incluso por debajo del nivel del mar...
En este caso se plantean varias respuestas, dependiendo de cómo se enfoque la pregunta.
Si hablamos del punto de la tierra con mayor presión atmosférica, es el Everest. Pero si hablamos de la montaña más alta desde su base, será el Kilimanjaro. Más aún, si hablamos de la montaña más alta contando con que tiene parte sumergida en el mar, será el Mauna Kea.
Hay más posibilidades, pero no es lo importante del artículo.
Podemos ver que todas las respuestas son ciertas, porque la pregunta es tan amplia que no define bien qué respuesta busca.

Un pensamiento crítico precisa, por tanto, de una pregunta clara y de una respuesta razonada, también para poder ponerlo en común hablando en los mismos términos.